He aquí Deimos (dios griego del terror) esperando que haga honor a su nombre en las tierras del norte... y que no le de un golpe de calor como le sucedió a Thánatos la vez que yo lo llevé... pero si hasta a mi me galopaba el corazón de tanto sol que hacía en verano, ya bordeaba los 43ºC...
En su jaba junto a Georgia, bien dispuestos para que lleguen bien, porque de todos modos es un cambio terrible pasar del invierno limeño al calor de Piura.
Ahora si las instrucciones son de máxima seguridad, para que no me den la noticia ingrata de que un zorro se comió la gallina tal... es lo malo de quienes no saben el valor que tienen estos animalitos, no me refiero sólo al valor monetario sino también al sentimiento que uno le pone en cuidarlos y estar al pendiente de ellos...
Ya habrán noticias más adelante...